Buenos días, almas buenas ¿O no?\

Estas son las cosas que publico en Mastodon:

Todos hemos sentido en algún momento odio hacia alguna persona. Por su carácter, por su prepotencia, por su posición... Y ese odio nos ha llevado incluso a desearle la muerte. Sí, la muerte. Lo que ocurre es que como la inmensa mayoría somos personas razonables, se impone la lógica y la educación y nunca matamos a nadie. Es solo un pensamiento que nos alivia. Nada más.\ En esos momentos de odiar intensamente creo que nadie piensa en las consecuencias legales. Solo en la forma de matar. Y se ve el crimen como la mejor solución. Es curioso. Pero es evidente que algún mecanismo interno nos devuelve la razón y todo queda en esos oscuros deseos. Eso sí. Esa persona odiada se convierte en nuestro enemigo automáticamente.\ Por eso siempre digo que quienes más enemigos tienen es porque más odian. Odian tanto que el odio se convierte en su estado natural. Lo que pasa es que la mayoría de los odiadores están acomplejados y no se atreven a realizar sus sueños. Es ahí donde aparece el guia, el Jefe. Esa persona que les marca claramente los objetivos, que expresa sus ideas odiosas sin miedo, que hasta impone miedo en los demás. Y ese líder hará de esos odiadores su ejercito particular.\ Para que haya muchos odiadores, hace falta que haya mucha desigualdad. Sin ella, hay pocos motivos para odiar, más allá de los personales de cada uno. Por lo que el líder necesita inventarse agravios y desigualdades para alimentar el odio de sus tropas. Porque él tampoco es nadie sin ese odio.\ En la historia reciente de Europa podemos ver cómo el odio que eleva a un dirigente al poder tiene que ser constantemente alimentado para mantenerse en él. La derecha vive del odio, por lo que no nos puede traer nada bueno. Nunca. Solo sabe alimentar la máquina de odiar.\ No caigas en su trampa.